Empezar la jornada laboral en un vehículo frío nunca es buena cosa, ni para usted ni para el motor. Cuando la temperatura es baja, se consume más combustible, aumenta el nivel de emisiones y desgaste del motor, y no es muy cómodo ni agradable que digamos. Un sistema de calefacción eléctrica es la solución más obvia, sea cual sea el tipo de motor que tenga. Los efectos positivos son inmediatos: ahorra combustible, reduce el impacto sobre el medio ambiente y usted deja de sentir frío.